Presentamos esta novedad en nuestras rutas EnoTurismo, visitando una bodega fundada en el año 2001, con terrenos que ayudan a reducir los efectos del cambio climático en los viñedos del área de los Pirineos Catalanes.
Visitar Costers del Segre es la oportunidad para descubrir vinos de altura. La misión de la bodega que visitarán es la de obtener vinos de alta calidad. Con ese objetivo tienen plantadas 23 ha en alta densidad de variedades: Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Pinot Noir, Syrah, Petit Verdot, Sauvignon Blanc, Riesling, Semillon y Albariño.
La elevación de esta finca (850-1.300 metros), en un área de buena exposición solar y envuelta de una importante masa boscosa, juntamente con una vertiente histórica que cuenta con una ermita y antiguos lagares de fermentación de uva excavados en las rocas por los monjes de la orden hospitalaria (s.XII), hacen que el lugar tenga un entorno privilegiado y mágico.
Los terrenos en esta bodega son calcáreos en general, de bajo contenido en materia orgánica, que junto con la climatología continental, con un alto contraste térmico entre el día y la noche, hace que puedan obtener vinos de una altísima calidad.
La cocina catalana se caracteriza por su tradición rural en la que confluyen productos procedentes del mar, del interior y de la montaña. Representativa de la dieta mediterránea, la cocina catalana destaca por su amplia variedad.
El carácter interior, alejado del mar, ha hecho que durante siglos el área estuviera alejada de las vías de comercialización, obteniendo unos vinos con elementos propios y característicos.
Innovaciones en las variedades de uva y en los métodos de producción. Fue el primer lugar de Catalunya donde se introdujeron las variedades de cabernet sauvignon, merlot y chardonnay, junto a las variedades autóctonas, y se adoptaron las técnicas californianas de vinificación.
IMPOSIBILIDAD DE REALIZAR LAS ACTIVIDADES DEBIDO A RAZONES EXTRAORDINARIAS